Con la herramienta de participación comunitaria de Maptionnaire, Lahti consiguió organizar todo el proceso digitalmente. Antes de que comenzara el proceso, la ciudad acordó el presupuesto utilizado para el proceso y estableció un centro digital para el proyecto PB en el que los ciudadanos presentarían sus ideas, votarían y escucharían las actualizaciones sobre el proceso.
Primera fase.
Se pidió a los ciudadanos que comunicaran a la ciudad sus ideas relacionadas con los temas de bienestar, medio ambiente, comunidad o niños/adolescentes. Las ideas debían ser no comerciales y realistas para que la ciudad las aplicara y mantuviera (por lo que no se permitían parques de unicornios ni máquinas que viajaran en el tiempo, lamentablemente).
La ciudad también eligió a 12 voluntarios para que actuaran como socios del PB. Los socios son ciudadanos de a pie de diferentes zonas de Lahti cuya tarea era apoyar el proyecto en su zona.
Segunda fase.
Los coordinadores evaluaron las ideas presentadas y eligieron las que tenían más potencial para desarrollarlas en talleres con los ciudadanos.
Tercera fase.
Los ciudadanos empezaron a votar las mejores propuestas. Las ideas se habían repartido entre las cuatro zonas principales de la ciudad, y cada zona tenía un presupuesto de 40.000 euros para gastar. Los 40.000 euros restantes debían destinarse a propuestas para toda la ciudad. Los ciudadanos podían votar a través de una encuesta de Maptionnaire o, si preferían votar en papel, podían hacerlo en las bibliotecas locales.
Cuarta fase.
La puesta en marcha de las propuestas ganadoras.