Proyecto de seguridad con sensores de sonido públicos

Se instaló un laboratorio viviente con 20 cámaras de sonido que controlan los niveles de ruido de las calles y los bares cercanos. El sistema está equipado con un clasificador de audio que detecta las agresiones. La aplicación conectada ayuda a detectar inmediatamente a las personas agresivas y otras perturbaciones sonoras y avisa a la policía. Los agentes de la ley formados del municipio son informados de cualquier suceso directamente en su teléfono, lo que ayuda a mantener la seguridad en la zona en todo momento.

Los sensores son capaces de averiguar la posición exacta de una fuente de sonido. Las funciones de seguridad se activan sin percibir continuamente una vigilancia intrusiva mediante cámaras. Las luces de los postes luminosos pueden ajustarse (color e intensidad) también en función de los incidentes.