Reto / Objetivo
Cada vez es más necesario reducir nuestra huella de carbono. Para ello, la mayoría de los estados y ciudades están promoviendo la energía fotovoltaica (FV) y los vehículos eléctricos (VE).
El problema es que el cliente final no consigue consumir su producción fotovoltaica localmente: por término medio, sólo se consume el 25% y el resto se pierde y vuelve a la red, lo que crea perturbaciones e inestabilidad. Además, un mayor número de vehículos eléctricos significa que se necesita una enorme inversión de la red para hacer frente a esos niveles de carga. Por tanto, necesitamos una solución para mejorar la eficiencia del uso de la energía.
Solución
Nuestro sistema de gestión inteligente de la energía aborda ambas cuestiones. Por un lado, maximizamos el autoconsumo del usuario final con nuestra smartbox, que tiene la capacidad de conectar y controlar cualquier equipo (bomba de calor, batería, caldera de agua, cargador de vehículos eléctricos, etc.) mediante nuestra tecnología patentada basada en la IA.
Por otra parte, podemos evaluar y capturar la flexibilidad incorporada en un hogar / negocio para ayudar a la red a ser mucho más resistente. Ofrecemos al gestor de la red información de monitorización (carga, tensión, potencia activa/reactiva, producción fotovoltaica, etc.) y también servicios auxiliares a través de la gestión de la respuesta a la demanda (por ejemplo, reducción de picos, recorte solar, cambio de carga, apoyo a la tensión).
En última instancia, con nuestra plataforma unificada reduciremos las facturas de energía para el cliente final, mejoraremos la estabilidad de la red y reduciremos las emisiones de GEI.
Participación ciudadana
El promotor del proyecto participó en el mismo.
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