Reto / Objetivo
Las inundaciones pluviales urbanas se producen cuando las fuertes lluvias superan la capacidad del sistema de drenaje de una ciudad. En caso de precipitaciones extremas, la escorrentía rápida y abundante del agua de lluvia de las superficies selladas es el mecanismo dominante que provoca las inundaciones pluviales. Debido a su rápida aparición y a su carácter localizado, estas inundaciones causan daños importantes al entorno natural y construido de una ciudad, y son difíciles de gestionar.
Para prevenir estos sucesos, es importante comprender y predecir cuándo y dónde pueden producirse las inundaciones. Para ello, las autoridades locales necesitan información y modelos de alta resolución que permitan simular rápida y oportunamente las previsiones de inundaciones.
Solución
Por eso hemos creado la aplicación móvil y web FloodCitiSense. Desarrollada con ciudadanos y autoridades municipales, la app pretende alimentar esos modelos con una gran base de datos espacialmente explícita. Incluye observaciones en tiempo real de la intensidad de las precipitaciones e información recopilada sobre los impactos de las inundaciones pluviales. Puedes obtener más información sobre nuestra aplicación en el vídeo.
Participación ciudadana
En cada ciudad, creamos Laboratorios Vivos Urbanos junto con los ciudadanos, las instituciones locales y otras partes interesadas para crear conjuntamente las distintas soluciones desarrolladas durante el proyecto.
En las ciudades piloto, los ciudadanos desempeñaron un papel central y activo recopilando los datos alternativos necesarios sobre precipitaciones para satisfacer la necesidad de mediciones distribuidas espacialmente.
--> Con la aplicación FloodCitiSense (disponible en Plastore y Appstore), los ciudadanos pueden informar sobre la intensidad y el impacto de las precipitaciones sobre la marcha.
--> Los ciudadanos colocaron sensores de precipitaciones de bajo coste en sus casas para ayudar a llenar las lagunas de la red de pluviómetros oficiales de las ciudades.
Se organizaron dos observaciones ciudadanas en cada ciudad piloto, en verano de 2018 y en invierno de 2019, respectivamente. En cada taller se reclutó a entre 15 y 25 participantes, a los que se formó en el montaje de los sensores pluviométricos y en el uso de la App FloodCitiSense. Como resultado, se han instalado unos 60 sensores de primera generación y otros 60 de segunda generación en Birmingham, Bruselas y Rotterdam. Los ciudadanos locales también aprendieron a utilizar la app diseñada por ellos mismos para informar de las inundaciones urbanas enviando fotos y textos.
Los ciudadanos también participaron en el progreso final y en las evaluaciones finales del proyecto.
¿Quieres saber más sobre las lecciones aprendidas, los detalles financieros y los resultados?
Entra en ella