15 organizaciones de Alemania, Croacia, Estonia, Grecia, Letonia, Polonia y Eslovaquia, colaboraron en el proyecto Cyclurban para promover el uso de la bicicleta como importante medio de transporte urbano. Los socios del proyecto, ONG, organizaciones científicas y municipios, aportaron sus conocimientos específicos sobre el cambio climático, el desarrollo urbano sostenible y el transporte urbano.
Las actividades del proyecto se centraron en las administraciones municipales, regionales y nacionales de los 6 países objetivo asociados del Báltico, Europa Central y Europa Meridional. El proyecto se dirigió específicamente a los departamentos de movilidad y planificación urbana de las ciudades de Varsovia, Tartu, Velika Gorica, Bratislava, Riga y Drama, junto con otras instituciones regionales o nacionales y partes interesadas que configuran los debates y las políticas que influyen en la futura movilidad urbana.
Se llevaron a cabo numerosos talleres y reuniones de las partes interesadas para lograr un análisis exhaustivo de la situación actual del uso de la bicicleta y de las oportunidades y retos potenciales que presenta. Estas sesiones reunieron a socios del proyecto, planificadores del espacio y el transporte, arquitectos, activistas ciclistas, expertos municipales y otras partes interesadas. El objetivo era facilitar el intercambio de conocimientos sobre el uso de la bicicleta y el transporte sostenible, y deliberar sobre estrategias y ejemplos de buenas prácticas que promuevan un cambio de movilidad respetuoso con el clima.
El principal resultado del proyecto Cyclurban consistió en unas Recomendaciones de Política Nacional (NPR) adaptadas específicamente a los responsables de la toma de decisiones. Estas recomendaciones se elaboraron en colaboración con expertos y partes interesadas en talleres nacionales y ofrecen formas rentables y fácilmente aplicables de promover el uso de la bicicleta en cada país respectivo. Estas recomendaciones, que abarcan diversas áreas como la infraestructura, la política, la planificación, la educación, los servicios y la promoción, sirven de modelo para los responsables políticos. Ayudan a aplicar una política de transporte más respetuosa con el medio ambiente y desempeñan un papel positivo en la configuración de las políticas sobre el uso de la bicicleta en los próximos años. Todas las RNP recibieron el reconocimiento de las autoridades nacionales de los 6 países asociados.