La complejidad de un análisis de este tipo, combinada con la ambición de disponer de una solución óptima y fiable, que aprovechara plenamente las sinergias entre los vectores energéticos, llevó al cliente y a los planificadores energéticos a Sympheny.
En un primer paso, se modeló un catálogo de posibles tecnologías de conversión y almacenamiento para el centro energético de la ciudad de Chur. Cada tecnología se definió por su vector energético, entradas y salidas, eficiencia de conversión, costes de inversión y costes de mantenimiento.
Sobre esta base, se modelaron en la WebApp de Sympheny tres escenarios que representaban los años 2018, 2035 y 2050 respectivamente. Por ejemplo, los años 2035 y 2050 consideraron un aumento de la eficiencia de los edificios. También se adaptó la estructura de precios de la electricidad: 2035 y 2050 incluyen un precio basado en la capacidad, además del precio de la energía por kWh.
Por último, se optimizaron los tres escenarios (2018, 2035 y 2050): el algoritmo Sympheny seleccionó las tecnologías dimensionadas que satisfarían la demanda energética predefinida con costes y emisiones de CO2 óptimos (en el llamado frente de pareto).
De los resultados se desprendió que era posible transformar el suministro energético actual en un suministro libre de CO2 en 2035, con unos costes de ciclo de vida similares a los de 2018. Se identificaron los principales impulsores. Para conseguir NetZero, la reestructuración del sistema energético debe basarse estrictamente en tecnologías basadas en energías renovables, lo que requiere en algunos casos inversiones masivas. Sin embargo, se demostró que, con tales inversiones, el nuevo sistema energético completamente renovable podría funcionar con unos costes del ciclo de vida similares a los del sistema actual.