Recogida inteligente del agua de lluvia
Existen pruebas claras de que las técnicas utilizadas para la recogida de agua de lluvia se remontan a hace casi 4000 años. Sin embargo, el concepto de recogida de agua de lluvia puede remontarse a casi 6000 años en la antigua China (Che-Ani et al., 2009 ). Es evidente que la recogida de agua de lluvia ha formado parte de la historia y la identidad humanas. Con la modernización y la urbanización masiva, la recogida de agua de lluvia ha pasado a formar parte de la identidad de la ciudad. Para aumentar la eficacia, en las ciudades responsables se está introduciendo el concepto de Recogida Inteligente del Agua de Lluvia. La Recogida Inteligente de Agua de Lluvia se caracteriza por recoger datos en tiempo real mediante sensores en las fuentes de agua, las fases de recogida, las fases de almacenamiento y las fases de aplicación (Behdazian et al., 2018). Los datos se recogen en una unidad centralizada de recogida de datos, donde se supervisan y procesan. Los datos procesados se utilizan después para tomar decisiones y adaptarse a circunstancias específicas. Los sistemas inteligentes de recogida de agua de lluvia, mediante métodos automatizados, pueden liberar el agua de lluvia antes de que se produzcan precipitaciones para aumentar los niveles de cautividad del agua (Behdazian et al., 2018 ). El objetivo principal de los sistemas de recogida de agua de lluvia es recoger y almacenar el agua de lluvia durante los episodios de precipitaciones para utilizarla en aplicaciones de agua no potable (Pradhan y Sahoo, 2019 ). La parte inteligente de este concepto consiste en el desarrollo de activos comunicantes integrados en el sistema global (Xu et al., 2020). El sistema utiliza sensores de bajo coste combinados con tecnologías de comunicación innovadoras. El enfoque tecnológico permite varias posibilidades nuevas para la gestión de la infraestructura hídrica urbana en el marco de una ciudad inteligente. El rendimiento del sistema depende en gran medida de la calidad de la previsión meteorológica y está interconectado con ella. La cantidad de precipitación y los patrones de lluvia se integran en la estrategia de control para determinar el volumen de descarga y la hora de cierre, respectivamente (Pradhan y Sahoo, 2019 ). .