Reto / Objetivo
Adaptive City Mobility (ACM) es un concepto cuyo objetivo es conseguir que la movilidad eléctrica sea eficiente y rentable, al tiempo que contribuye a reducir la presión del tráfico en las ciudades. Esto es posible gracias a varias innovaciones, como el desarrollo de vehículos ligeros con un innovador sistema de intercambio de baterías y la integración de un sistema multimodal basado en software, que garantiza el máximo aprovechamiento del espacio en el interior de los vehículos.
Esta medida se centró en la aplicación y demostración del concepto ACM, que ofrece una nueva solución en el ámbito de la movilidad eléctrica y encaja directamente en las ideas en evolución de la economía compartida, los bienes comunes urbanos y la movilidad como servicio.
Los objetivos a corto plazo incluyen dar a conocer la innovación, ofrecer experiencias de electromovilidad en el mundo real a los usuarios piloto interesados y recabar opiniones sobre el rendimiento y la aceptación de los nuevos vehículos junto con el concepto de movilidad. El objetivo a más largo plazo es identificar los mejores casos de uso y grupos destinatarios para la ACM. Al encontrar la mejor combinación de grupos de usuarios, el concepto de uso compartido polivalente y el modelo de negocio podrán adaptarse y optimizarse en consecuencia.
Solución
ACM se basa en tres innovaciones:
- Un nuevo vehículo eléctrico ligero ya desarrollado (peso máximo de 450 kg, clasificación L7E)
- Un sistema flexible de intercambio manual de baterías (100 kg de peso)
- Un software integrado de gestión de flotas y uso compartido que permite maximizar el uso del vehículo en la ciudad.
El uso compartido reducirá la propiedad del vehículo y se evitarán los largos tiempos de carga gracias al sistema de intercambio de baterías.
En este caso de uso, los vehículos ligeros se alquilan, de forma similar al enfoque clásico del carsharing. Además, la medida incorpora el concepto multimodal. Es decir, el uso de un vehículo/flota por diferentes grupos de usuarios (particulares y empresas de carsharing). Los vehículos podrían utilizarse para diversos fines, como los sectores de los eco-taxis y los chóferes, los servicios logísticos y de mensajería, los comerciantes, los servicios de enfermería móvil o las flotas municipales.
Se seleccionaron conductores piloto de diversos ámbitos empresariales, incluidos clientes empresariales/corporativos (B2B) y particulares, para garantizar una amplia cobertura de diferentes escenarios de usuarios. Las innovaciones tecnológicas (vehículo, baterías, software) fueron probadas por estos diferentes grupos de usuarios, al tiempo que se recogía información en directo de los conductores para su evaluación.
Se desarrolló una estrategia de comunicación y marketing para el despliegue de esta innovación, además de apoyar la difusión de nuevos conceptos de movilidad en general.
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