Reto / Objetivo
El flujo eléctrico de las innovadoras estaciones de carga bidireccionales para movilidad eléctrica ofrece un gran potencial para la resistencia de la red eléctrica. La frecuencia de red de las redes eléctricas de todos los tamaños debe ser estable. Para lograr la estabilidad de la red, la cantidad de energía eléctrica en la red debe permanecer lo más constante posible. Esto resulta cada vez más difícil con fuentes de energía renovables variables, como la eólica y la solar, ya que dependen de las condiciones meteorológicas y sólo pueden preverse con una precisión limitada. Al mismo tiempo, la complejidad del consumo eléctrico aumenta a medida que se utilizan cada vez más aparatos eléctricos en la vida cotidiana, así como en el sector industrial.
Por este motivo, es necesario integrar las capacidades de almacenamiento en las estructuras de red nuevas y existentes. Los sistemas de almacenamiento pueden suministrar electricidad a la red según lo requieran las circunstancias. La electricidad puede almacenarse temporalmente si la cantidad de electricidad en la red es demasiado alta y el almacenamiento puede suministrar electricidad a la red, en caso de que baje la frecuencia de la red. En este sentido, la carga bidireccional ofrece la posibilidad de transformar los vehículos eléctricos de meros consumidores de energía en sistemas de almacenamiento temporal. La comunicación digital (la llamada gestión de la carga) entre el vehículo y la estación de carga inicia la carga o descarga de la batería, según la situación.
Sin embargo, el principal reto de este concepto radica en su carácter innovador: no existen normas europeas suficientemente definidas, ni en el ámbito técnico ni en el económico. En consecuencia, aún no existe la compatibilidad técnica de los distintos modelos de vehículos y estaciones de recarga en Europa. Además, no hay modelos de facturación establecidos que, por ejemplo, compensen el desgaste de la batería del coche, provocado por los procesos de carga y descarga, y que integren el cálculo de impuestos y tasas de forma jurídicamente segura.
Solución
El desarrollo del plan comenzó con el vehículo. Esto se debe a que en Europa no existen modelos de vehículos técnicamente adecuados más allá de la fase de prototipo. Tras entablar una colaboración con BMW, se desarrolló un sistema compuesto por un coche y una estación de carga. Aún está pendiente la integración de esta tecnología en un sistema digital de gestión del flujo de energía para la red de la zona (el llamado sistema de gestión de la carga) y el desarrollo de modelos de facturación viables.
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